1. Comenzaremos elaborando el caramelo: dispón en un cazo el azúcar y el agua. Pon a fuego lento y deja que se tueste la mezcla pero sin que llegue a quemarse (Evita removerla para que no se forme un plastón sólido).
2. Una vez bien tostado, vierte el caramelo caliente en el fondo del molde de pudding (Unos 25 cm de longitud). Agrega las pasas y reserva hasta que se solidifique.
3. En un cazo vierte la leche, el azúcar y la rama de vainilla cortada a la mitad, longitudinalmente. Calienta a fuego lento hasta templar ligeramente.
4. A continuación, en un bol bate los huevos suavemente, evitando formar espuma y agrega la mezcla anterior (Una vez retirada la rama de vainilla) poco a poco en forma de chorro fino. Remueve suavemente.
5. Vierte esta mezcla ó "crema de flan" en el molde de pudding previamente caramelizado.
6. Ahora corta los croissants en tiras largas y colócalos sobre la crema de flan cubriendo toda la superficie del molde. Que no te importe si flotan, acabarán por absorver parte de la crema y formar una capa de croissant cremoso.
7. Coloca el molde en un baño maría e introdúcelo en el horno previamente precalentado a 150ºC. Hornea en modo unos 50-60 minutos aproximadamente.
8. Comprueba que está bien cuajado: pincha con un palillo o una brocheta de madera el pudding ya horneado. Si al retirarla sale limpia, el pudding estará perfectamente cuajado.
9. Retira del baño maría y deja enfriar a temperatura ambiente un par de horas como mínimo. Desmolda y acompaña con sirope de caramelo y nata montada.